viernes, 2 de julio de 2010

Las tormentas de arena

Una tormenta de arena cuando se ve por primera vez es un espectáculo muy hermoso y apabullante. Emociona, asusta...
Cuando se repite, hace que pienses en todo lo que hay que barrer después.
Y cuando te persigue, y te envuelve, y no ves nada y tienes a tu hijo de cuatro años en brazos y no ves a los otros dos que corren delante y no sabes si pararte en la primera esquina, te sientes indefensa...Pero entonces, aparece Selemata con una gran tela para acoger al niño, para ayudarte a ir hacia casa y que te puedas encerrar allí, con la puerta bien tapada. Y te sientes segura.
Luego allí, no puedes evitar, turista, volver a abrir la puerta, mirar, y descubrir que allí, pegados a tu casa hay alguien que paseaba o Fenda, que ha salido a buscar a la abuela y no quiere protegerse.
Y un tejado se va volando y te sientes entre gente fuerte y lista que sabe resistir a la dureza del clima.