jueves, 1 de julio de 2010

El agua

En Testayé hay varios pozos. El agua se trae con carros y normalmente es sencillo disponer de ella. Tenemos dos tinajas de plástico azules grandes en el baño para guardarla. Se venden en la capital, pero suelen estar sucias de pintura y productos químicos. En tres tinajas de barro enfriamos las botellas de plástico. Siempre hay alguien que nos pide las botellas para reutilizarlas.
Mis cuñadas nos hacen el trabajo a veces de rellenarnos las tinajas. Se colocan las palanganas en la cabeza y hacen una exhibición de fuerza física que a mí me hace sentir débil y pequeña.
Han instalado un depósito en el pueblo y han puesto canalizaciones con grifos en las calles, pero aún no están en marcha.
También compramos agua mineral, mucho más cara que aquí y si no, potabilizamos la que se trae del pozo. Es un trabajo pesado, porque bebemos muchos litros al cabo del día. Hervir el agua no es solución porque sabe asquerosa. Tenemos que pensar más alternativas.
Una de nuestras principales preocupaciones es que los niños no beban agua sin tratar y no enfermen. A veces los mauritanos que viven en Europa no tienen esas precauciones porque creen que sus hijos están más protegidos.
Traer agua está muy mal pagado, no llega a un euro. Cuando es día de trabajo en el campo y todos los carros están ocupados, es un gran problema. A veces es muy de noche cuando nuestro sobrino nos hace el favor de traernos el agua...