miércoles, 30 de junio de 2010

Yaye

Yaye es hijo de Saio, creo que tiene siete años y en el verano de 2010 dos hermanos pequeños por detrás.
En el otro viaje se hizo una cuquera y eso hizo que lo cuidara mucho. Cuando comiamos todos juntos le apartaba los trozos de carne del plato común para él.
Creo que tenía muchas ganas de cariñicos...En Testaye las familias no se demuestran el cariño como nosotros: no hay besos, ni abrazos ni "refuerzos positivos" a los niños.
Este viaje era un poco más trasto, un "crack" encorriendo gallinas.

Demba

Demba es el hijo mayor de Guide y Xumba. Tiene la misma edad que su primo Joan y hablan entre ellos en un lenguaje nuevo que se han inventado.
Nelson se inventó para él un nombre que le cantaban entre los tres primos: Demba Lasana Hawa. A Demba le gustaba.
Con él dicen que mataban gallinas y lagartijas.

Sayo

Saio es hermana de Dabo. Siempre tengo la sensación de que tiene demasiados hijos. Quizás ella no crea que siete sean muchos. Su marido vive en Testayé.

Dabo trabajando

En la entrada de la casa descargaron unas cuantas carretillas de arena que Dabo nos dijo que se apelmazaría con el agua de la lluvia... fue el periodo de tiempo más seco que tuvimos en nuestra estancia...Finalmente llovió y la cosa mejoró.
Aqui colocamos unos bancos y mesas de madera y recibimos a los amigos y vecinos.

Siguen las obras de la casa


Tenemos el baño apuntalado para poder encajar la ventana, estas obras parecen españolas..

Marcando una vaca


lunes, 28 de junio de 2010

La merienda

Joan, Demba y Yeya

Las vistas desde mi casa

Esto es lo que veo desde mi casa cuando me levanto y salgo al porche. Juraría que Dabo me explicó que mi casa estaba orientada hacia otras vistas... pero para qué intentar entenderlo...
La gente nos mira raro, pero mi madre y yo juramos que los burros de Mauritania rebuznan de distinta manera: es una mezcla entre llanto de niño y gemidos, que te sobresalta enmedio de la noche.
Para que la entrada de la casa estuviera mejor Dabo descargó unas cuantas carretillas de arena que con el agua de la lluvia se apelmazaría... fue el periodo de tiempo más seco que tuvimos en nuestra estancia. Finalmente, llovió y la cosa mejoró mucho.
Aqui colocamos nuestra mesa y bancos de madera y recibimos por la noche a los amigos.

¿El camello es salvaje o doméstico?

Cuantas veces he metido al camello en la caja de los juguetes de los animales salvajes....
pero mi hijo Joan lo tiene claro: es doméstico, entra en nuestra casa...
Su dueño venía a comprar pan a nuestro amigo el panadero.

Seliba



Seliba es,
por ahora, el pequeño de la casa.
Es el octavo hijo, vivo, de Guide.
Para sus primos de España,
Seliba es el Rey de África.



Yeya

Yeya es hija de Selemata y Guide, es la hermana de Sixu, tiene once o doce años. Es feliz. Hoy ha lavado toda la ropa de la casa, es uno de sus trabajos. A veces viene a cenar con nosotros un primo suyo, alto y guapo. Me han dicho que es su novio, pero ella dice: "ai, Maite, ai" que significa: "No, Mayte, no.". Me gusta verla jugar con los pequeños y chapotear dentro de los charcos que dejan las lluvias.

Selemata y Xumba

Selemata y Xumba son las mujeres de Guide, mis cuñadas. Me gusta mirarlas y escucharlas reir cuando intento hablar su idioma. Para ellas debemos ser muy extrañas: vestimos raras y manejamos el dinero. Además, mi marido solo tiene una mujer (yo) y les dice a la familia que antes de decidir cosas importantes tiene que contar conmigo.
Selemata dice que ahora las niñas se casan más jóvenes que antes (a los catorce), dejan de estudiar y se quedan embarazadas muy pronto. Eso no es bueno para su salud. Pero quien decide todo esto son los hombres. Selemata no ha ido a la escuela pero si en el pueblo se escuchase más a mujeres como ella, creo que las cosas irían mejor (para todos).
Xumba es muy joven y fuerte. Tiene en un papel escrito la fecha en que han nacido sus hijos y sueña con que quizás puedan venir a Europa.
Alguna noche les he contado que en Zaragoza las mujeres salen solas con sus amigas para irse a cenar, hablar, reir y bailar. No se si me han entendido.

domingo, 27 de junio de 2010

Fenda


Fenda es la hermana pequeña de Dabo y para mí, la mujer más guapa del pueblo.
Es una mujer valiente, trabajadora y alegre que ha sabido vivir su vida y a la vez la que le han marcado.
Su hija pequeña se llama Kangholy Mayte.

Las botas de cuatro continentes de Dandi

La historia de las botas de Dandi une cuatro continentes. Se hicieron en Vietnam, y quizás algún niño trabajara en ellas. Llegaron a una casa en Zaragoza con dos hermanos, uno nacido en América y otro en Europa, para viajar en nuestra maleta hasta Africa y poder hacer esta foto de alegría.
Unas buenas botas son útiles en esta tierra dura.
Pero la historia, que tan solo resumo, es aún mejor que las botas.

sábado, 26 de junio de 2010

La cocina de nuestra casa


No me preguntéis como funciona, que no sé donde está el mando.

El cuarto de baño

Mi cuarto de baño tiene el techo más hermoso del mundo: de día un cielo claro y de noche estrellado...La temperatura suele ser adecuada y uno de los mayores placeres del mundo es una buena ducha en él. Aunque en su diseño no pensamos en las noches de lluvia ni en las tormentas de arena....
Para la parte de la familia que nacimos en un lugar con taza de water y cisterna, resulta un poco complicado, pero los detalles del funcionamiento los dejo a la imaginación.

Al poco de llegar tuvimos que hacer reformas...


Los lapices de Silvia

Unos lápices, unas pinturas y unas hojas de papel. Mesas y adultos que miran interesados los dibujos de los niños. Intentamos descubrir quien va al colegio. Cada niño que no va y que quizás es su primer dibujo nos duele en el alma. En otros dibujos se observa tanto interés, tanta capacidad... que hablamos con la madre. Siempre la respuesta es la misma: es el padre el que decide si el niño va al colegio o no, y a qué colegio.
El suelo se llena de niños mirando la revista Pronto, las fotos, las letras, se convierten en un tesoro....

viernes, 25 de junio de 2010

Mi casa

Mi casa está construida al estilo del pueblo. Abrimos más las ventanas porque nos faltaba la luz y nos dimos cuenta, demasiado tarde, de que estaban orientadas hacia el lugar desde el que vienen las tormentas. !Y que las ventanas no encajaban bien y hacían ruido como si se fuera a caer el mundo!
Es muy curiosa para la cultura local, porque hay dos habitaciones: una para la primera mujer (no hay segunda mujer) y otra para la suegra.
Tiene una primera habitación, donde tradicionalmente dormirían los niños,
de la que se accede al dormitorio de los padres
y a un cuarto para guardar la ropa y el equipaje.
Aunque colocamos los colchones dentro de casa sobre las esterillas del suelo para dormir, por las noches hacíamos traslado al lugar más fresco que es el porche. Buen lugar también para la siesta!!
Como yo me estaba recuperando de la ciática, me daba miedo que me entrara frío y prefería quedarme a 35 grados dentro de la casa.
Las cortinas habían viajado con nosotros, cosidas por Angelines. Un cachirulo no podía faltar en la pared.
Hace falta aislarla mejor, organizarla, poner muebles... La construcción y los materiales son muy básicos y las condiciones metereológicas adversas. Parece imposible que una puerta encaje....Todo resulta complicado y desesperante.
!! !Pero es nuestra casa y hemos cumplido un sueño!!!

jueves, 24 de junio de 2010

!Estamos en casa!

A los cinco minutos de llegar ya se nos ha olvidado la dureza del viaje.
Ha valido la pena.
Estamos en nuestra casa y con nuestra familia.
Nelson empieza a encorrer gallinas y Joan se sube al caballo con su primo.

miércoles, 23 de junio de 2010

De Nouakchott a Testai

En el Toyota viajamos 8 personas más el conductor: Angelines, Sixu, Joan, el termo, la nevera y la mochila delante; entre mis piernas una mochila y Nelson o Sidi, que se alternan con Dabo y con Guide. Bebemos agua sin parar. Fresca, caliente... Perdemos la cuenta. Alguien de Testayé nos contará después que ha sido el día más caluroso del año.
Yo no hago más que pensar en las amigas que quieren acompañarnos en el próximo viaje y creo que no puedo animarles a venir. ¿Qué pensarán de nosotros si somos capaces de someter a sus hijos a semejante tortura? Con mis hijos me atrevo, pero con los de los demás....
Lo más cercano a este calor que se me ocurre son las tardes de agosto sentados en Zaragoza, en medio de la Plaza del Pilar a las tres de la tarde durante horas.....Si pueden soportarlo, pueden venir.

Al mediodía comemos y descansamos !qué rico! y  el conductor no volverá a probar bocado , tan solo té... Nosotros comeremos de madrugada un bocadillo perdidos en un pueblo.

Durante el viaje nos paran en unos veinte puestos de Gendarmería, enseñamos nuestros pasaportes, nos hacen una ficha, nos hacemos amigos... A veces de un puesto a otro tan solo hay cinco minutos. Recuerdo a los periódicos dibujando a Mauritania como un país inseguro... y a la vez pienso en un grupo de terroristas ¿cómo pudieron pasar desapercibidos?
Había calculado que llegaremos a la una de la madrugado, pero realmente serán casi las diez de la mañana. Las 16 horas del viaje anterior se han vuelto 24. Hemos venido por un nuevo camino, con más carretera, y después descubriré que hemos dado vueltas y vueltas. En una casa aislada nos ofrecen cobijo para protegernos de nuestra primera tormenta de arena.
Casi al llegar, no encontramos Testayé y el conductor dice que no sabe si le llegará la gasolina. Intento no pensar en esa posibilidad mientras mi cuñado intenta encontrar alguna referencia en el paisaje.

martes, 22 de junio de 2010

Montando el equipaje


Para recorrer Mauritania es necesario un todo terreno y un chófer. Hay empresas que los alquilan y en algunos casos la negociación hasta llegar al precio (que está estipulado) va acompañado de largas negociaciones. Los conductores son siempre curiosos ante nuestros ojos.
Nadie sabe cuanto puede caber en un Toyota, pero cargar y descargar el equipaje es una dura prueba en la que finalmente, numerosos hombres (cual jubilados en las vallas de las obras españolas) observan como una occidental se desespera intentando colocar seis colchones, todas las maletas y bultos, e infinitos kilos de pescado seco. !Y lo consigue!

La playa de Nouakchott

La playa. Sin sombrillas, sin aglomeraciones. Nadar entre medusas, jugar en las olas, observar gente que se baña de diferentes maneras. Los grupos de muchachos que enseguida se acercan a nadar con los niños. La familia que lleva el té para encender fuego con gasolina. Y los pescadores con sus barcas.

La embajada de España en Mauritania

Acudimos a la Embajada para ver si ya estaban los papeles que le permitirían a Sixu volver a estudiar un año más con nosotros. A la entrada de la calle, los policías mauritanos nos guardaron las cámaras de fotos... colgadas de su cuello. Nos las devolvieron al salir.
Fuimos conscientes del riesgo de atentado.
La experiencia fue muy interesante: poner caras a las personas que nos habían atendido por teléfono; intuir y hablar durante unos minutos de lo que supone estar lejos y estar disponible para los ciudadanos españoles en otro país.
Cuando entiendes la Administración como servicio al ciudadano, más allá de los errores que tengamos en la práctica diaria o de los chistes sobre funcionarios, y eso se te transmite también desde gente que trabaja a 3.000 km. de tu casa española... emociona. Y de repente estábamos hablando de de recursos, de nuestro trabajo en Zaragoza, de los placeres de la vida en Andalucía y de nuestra amiga Anabel que había estado el año anterior de visita.
Por otra parte, también en la Embajada pudieron poner otra vez cara a nuestro sobrino, escuchar como ese visado había supuesto para él una gran oportunidad que estaba aprovechando, pero también para sus amigos españoles porque les permitía conocer otra realidad.
!Y salimos con el visado y una preocupación menos!

lunes, 21 de junio de 2010

Comprando en los mercados de Nouakchott

Comprar en un país más pobre siempre es complicado. El salario medio mensual en España son 1780 euros brutos y en Mauritania, quien lo tiene, de 125 euros brutos.. Y las cosas valen tanto o más que en España. Eso es la pobreza.
Nosotros, europeos, nos movemos con grandes fajos de ouguiyas intentando explicar que el dinero no nos ha caido del cielo mientras regateamos o intentamos decidir qué es lo que compramos para la familia y para la casa, sin saber el límite entre tacañería, solidaridad y despilfarro. !Muy complicado!
Aprovechamos las compras en la capital porque cuanto más nos alejemos de ella más caro es el producto, por el gasto de transporte, y hay menos variedad. La calidad suele ser baja y en muchas tiendas el orden y la organización son diferentes a los que nos hemos acostumbrado. La pregunta muchas veces es si estos negocios son rentables. Parece haber más tiendas que clientes.


Despertar en Nouakchott

Sentada en un banco de cemento, lavándome los dientes frente a la calle sin asfaltar y llena de basura, es fácil entender porque la gente que viaja a Europa no quiere volver. Los coches pasan sin orden mientras los niños corren entre o contra ellos. Soy incapaz de calcular cuántos atropellos puede haber al cabo del día.
Hace calor y la vida es dura aquí, muy dura. La letrina comunitaria y el habitáculo que hace de ducha no son lo más apetecible después de la noche para empezar un nuevo día.

Tras cada puerta que da a la calle hay ocho, diez, quince habitaciones de menos de 20 m2 donde residen familias enteras. Palabras como hacinamiento, condiciones mínimas... que usamos en Zaragoza, pierden aquí el sentido.

Las cabras se alimentan tranquilamente... y a Angelines le sale un sarpullido espectacular en las piernas. Mis hijos no entienden por qué tantos niños se acercan a ver como somos y qué tenemos. Nos preguntan las mujeres a dónde vamos.

domingo, 20 de junio de 2010

Aeropuerto de Las Palmas y llegada a Nouakchott

Volamos de Madrid a Las Palmas. El suelo de los aeropuertos es ideal para jugar a la peonza y en Canarias nos miraban sorprendidos. Los mexicanos campeones del mundo no habían llegado hasta allí para venderlas.¡Qué bien se come en el restaurante del aeropuerto!
En el vuelo a Nouakchott ya no había restricciones de peso y en la fila se veían grandes cajas de cartón. Llegar a Mauritania, pasar el control de pasaportes y encontrarnos con Guide, mi cuñado y padre de Siju, fue sentir que volvíamos a casa. ¡Y que esta vez no ibamos a dar dinero de más a los que nos llevaron las maletas!
Organizarnos en los coches que nos venían a buscar fue complicado. Las maletas salían del capó, aunque el policía que paró uno de los coches no llegó a multarnos, tan solo cogió algún billete doblado..
El barrio nos esperaba con sus luces, sus ruidos...

sábado, 19 de junio de 2010

Durmiendo en la T-4, Madrid - Barajas

Teniamos las maletas y los petates casi organizados, pero con la ayuda de básculas conseguimos 8 bultos de casi 24 kg (el máximo permitido es 23 kg).  Además, cada uno llevaba su equipaje de mano con  aproximadamente 10 kg. 8 kilos multiplicado por 23,5 es igual a 208 kg, más 70 kg... ¡uff! de los cuales apenas volvieron 30 k. Por suerte, se pueden facturar las maletas en Iberia nada más llegar al aeropuerto. Pagamos 60 euros de sobrepeso por una maleta de más, pero lo que llevábamos valía la pena.

Dormimos al lado de un bar. Cuando Sidi se acostó en el saco y vio las estrellas de una marca de cerveza gritó con alegría: ¡Estamos en un hotel de cinco estrellas!

Al amanecer descubrimos que tras el control de equipajes los asientos eran más cómodos, pero nosotros tardamos en cruzarlo. Ibamos cargados de armas peligrosísimas ¡Batidos de chocolate!

En autobús a Madrid

¿Quién dice que no es posible mover a 3 adultos, un adolescente, tres niños y 21 bultos?
Nosotros lo conseguimos, eso sí, con la ayuda de dos amigos, dos viajes en la Berlingo y uno en coche.
Y además, este viaje !llegamos puntuales! Nuestro recuerdo a la compañera que en el 2007 se plantó en Madrid desde Zaragoza para llevar a mi madre a la T-4.
A la hora de subir el equipaje intentamos que el conductor no viera que le llenábamos el maletero....